DUODÉCIMO
ASALTO
Socialismo
científico
"Yo creo, cariño,
- Balbuceó la meretriz mientras hacía sus labores, al pie de una montaña de cajas azules y rojas de
bebidas - que hay que dar a cada uno según sus necesidades, dentro de nuestras
posibilidades, claro"
LA SOLEDAD
En el retrete vivía una mosca
que siempre que el viejo entraba
parecía ponerse contenta.
Nunca se movía de allí
aunque le dejara la ventana abierta.
Revoloteaba a su alrededor y se posaba en el espejo
mientras el viejo se afeitaba.
Convivieron juntos un tiempo, tranquilos,
sin necesidad de decirse nada para entenderse.
Luego, cuando llegó el frío, la mosca desapareció
dejando sólo unas cagadas de recuerdo.
Como desaparece todo en la vida,
con esa dolorosa fugacidad cósmica.
Como desaparece el amor, la belleza, la salud,
las moscas y hasta las secuoyas.
No fue el amor de su vida,
pero, aunque parezca absurdo,
durante unos días la echó un poco de menos.
HABITACIÓN 306
Dime, ¿a dónde vas ahora?
¿qué quieres que hagamos con todas las cosas que dejas
aquí?
¿Hay una Ítaca al final de esa oscuridad que se bebe tu
aliento,
o un mar infinito donde naufragará la pequeña vela de tu
ser?
Está lloviendo tras la ventana,
y las ramas de los árboles contraen su frágil verdor
protegiendo heroicamente sus brotes.
Aparte de dolor ¿qué somos?
¿risas? ¿miedos? ¿lujuria? ¿humo de leños talados?
¿qué seremos, aparte de todo lo que no hemos sido?
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