LADRÓN DE LAVADORAS
"Les dije, miren señores, vengo a denunciar a un ladrón que me ha roto una silla en las costillas en mi propia casa, aquí tienen ustedes el parte del forense, porque tengo miedo, puñetas, si es que entra en mi casa para robarme cuando le sale de las narices, a ver si se muere de una santa vez, fuerza la puerta o rompe el cristal de la ventana y me revuelve todos los cajones buscando dinero y joyas y llevándose lo primero que pilla a mano después de habérmelo destrozado todo, pero si un día, puñetas, hasta me robó la lavadora, ¿eh?, sí, sí, la lavadora, la lavadora, oye, Prudi, me dijeron las vecinas, y ¿a donde va tu hijo Alfonso con una lavadora por la calle?, digo, ¿con una lavadora?, ¿pero es que también me quiere robar mi lavadora automática el asesino hijoputa este?, así que salí corriendo detrás de él con mi pata coja gritando ¡al ladrón, al ladrón!, hasta que lo alcancé en la esquina del Ahorramás, a dónde vas, ladrón, con mi lavadora, devuélveme la lavadora, puñetas, o te suelto con la muleta, que no te doy la lavadora, que me des mi lavadora ahora mismo o llamo a la policía, que no te doy la lavadora que la lavadora es mía, ¿cómo que es tuya?, sinverguenza, drogadicto, delincuente, energúmeno, si todavía estoy pagando yo las letras, dice esta lavadora también era de mi padre así que la mitad de la lavadora es mía, voy a coger una sierra y la voy a partir por la mitad, digo me vas a devolver la lavadora ahora mismo o te denuncio por ladrón y por drogadicto, y deja de darle patadas a mi lavadora automática, animal, sinvergüenza, monstruo, quítamela si puedes so puta hechizera, me dice, digo si tuviera diez años menos y no tuviese esta pata mala te metía de cabeza ahora mismo en la lavadora y te centrifugaba, que buena falta te hace, cerdo, so guarro, maleante, ojalá te hubiese estrangulao con el cordón umbilical el maldito día en que naciste, so feo, que eres más feo que tu tío Virginio cuando se disfraza de mujer en los carnavales del pueblo, asqueroso, que te huele mal hasta el aliento, y para qué quieres tú una lavadora si vives debajo de un puente y además eres tan inútil que no sabrías ni ponerla en marcha, cuántas lavadoras pusiste tú en mi casa antes de que te echara a la calle, di, puñetas, dice esta lavadora la compró mi padre un día antes de que lo matara el toro, así que también es mía, aunque sólo sea el tambor, la lavadora la compró tu padre, sí, desgraciao, pero soy yo quien la está pagando, así que deja de correr con mi lavadora por la calle que ya le has roto una ruedecilla y le has arrancado el tubo del desagüe, dice con este tubo te tengo que ahorcar, víbora asquerosa, vieja guarra, uy la de cosas que me dijo en un minuto el cabrón hijoputa este, digo ya estás subiendo la lavadora ahora mismo y dejándola en su sitio o te mato aquí mismo con la muleta, rata apestosa, y deja de parpadear que pareces un mochuelo, ¡feo!, quieres tu lavadora, me dice entonces de repente torciendo un ojo, quieres la puta lavadora de los cojones, pues ten tu lavadora, y de un empujón la tiró por el puente de las vías del tren, ¡ay mi lavadora, ay mi lavadora automática!, ¡asesino, criminal, matamadres, mureco!, y entonces echó a correr detrás de mí como si se hubiera vuelto loco, dándome patadas en el culo, escupiéndome, insultándome y tirándome del moño, que no me dio tiempo ni a cerrar la puerta de mi casa, y tal como entró detrás de mí, que hasta echaba espuma por la boca como un endemoniado, agarró una silla del zaguán y me la rompió en las costillas, el asesino hijodeputa este, es que no quiero saber nada de él, puñetas, mira, no perdono a ese ser, con la denuncia y con el parte médico voy a ir al notario para desheredarlo, que mi Celestinito me ha comprado el código civil y según el artículo ciento cuarenta y seis puedo hacerlo, lo quiero lejos de mi vista, al vago ese, que desaparezca del mapa, a ver si lo atropella el camión de la basura mientras duerme entre los contenedores y se queda pegao al suelo como un gato destripao, puñetas, me han caído diez años encima de repente con este ladrón, pero si hasta se me están cayendo los dientes que los tenía como perlas, me dan ganas de tomarme una caja de barbitúricos y acabar de una vez con esta pesadilla, y si no lo hago es porque luego nadie va a sentir remordimientos, mira, no duermo ni dos horas al día, anoche me acosté a las tres y a las cuatro ya estaba despierta, luego me dormí desde las once hasta las doce, con que tú me dirás, puñetas, ah, y no te cuento cuando me robó el coche que me lo devolvió siniestro total, peor incluso que la lavadora, yo ya no quiero tener ningún vínculo con ese ser despreciable, sólo quiero que desaparezca, así como mi Celestinito, que es la alegría de mi vida, un niño bueno, obediente, siempre sonriendo con su boca llena de dientes, que con cuarenta años que tiene nunca me ha dado un disgusto, no encuentra novia porque es muy gordo el pobre y tiene cara de buitre, con sus gafas de culo de vaso y los forúnculos de la nariz, pero si las chicas supieran lo bueno que es por dentro se lo rifaban, a algunas que vienen a que les eche las cartas para ver si encuentran novio he intentado encasquetárselo, pero luego, cuando lo saco para presentarlo y lo ven ya no vuelven, yo las llamo por teléfono y les digo que tienen que aceptar el destino que les ha deparado las cartas, que el tarot es cosa muy seria, que no pongan excusas, pero una hasta me dijo la muy insolente que prefería meterse monja o acostarse con una mofeta, bueno, allá ellas, ellas se lo pierden, pero el otro, el otro es un sapo inmundo, una rama torcida y estéril del árbol del conocimiento, un ladrón sin respeto por nadie ni por nada, mira, he tenido que comprar otra lavadora sin haber acabado de pagar la anterior, pero de noche me escondo con un cuchillo jamonero detrás de mi lavadora nueva a ver si se atreve a volver a poner los pies en mi casa el demonio degenerao ese, ¡vaya vejez que me espera!, a los buenos hijos se les tiene que querer, pero si te sale un hijo malo como el descomulgao este, es peor que si te saliera un cáncer en el tuétano, más te vale deshacerte de él cuanto antes porque si no te arruinará la vida tarde o temprano, este desnaturalizao es un maldito demonio, pero si ya de pequeño tenía cara de monstruo, puñetas, que hasta en la foto de la comunión parece un orangután asustao, igual que su padre cuando estaba en la mili, con los pelos de rata y con esa verruga en la cara que parecen los testículos de un ratón, le puedo perdonar todo al sinisi ese, mira, hasta que me rompiera la silla en las costillas se lo podría perdonar en un momento dado, pero lo que hizo con mi westinghouse automática aquel día no se lo perdonaré mientras viva, puñetas, así que ten cuidao con los hijos, una vez me quiso robar en el trastero, y como no recordaba qué número era el mío porque estaba drogao perdido, rompió todas las puertas y se coló en el trastero de mi vecina Agapita, y ¿ sabes lo que se llevó el ladrón?...."
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