EL MENDIGO DE ARGÜELLES
Dime, ¿qué tortuosos caminos te han conducido hasta aquí?
¿Fue una tragedia familiar?
¿fue el veneno de una mujer?
¿o es que naciste condenado como un árbol torcido
que no encuentra el cielo hacia donde crecer?
Te rodea un silencio ensordecedor
que huele a meados y a angustia,
mientras las parejas pasan abrazadas hacia el cine
y se enciende el neón de los bares
que hace refulgir la lluvia sobre las aceras.
La vida es un azogue constante de miseria,
ahogando siempre ese grito rebelde
que rompa en mil pedazos todas las cadenas.
Me temo que ya pasó el tiempo de los milagros,
cada día queda menos de humano
en esa expresión asustada y cenicienta.
Mendigo te levantas cada mañana,
y cada noche mendigo te acuestas.
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