SEÑORA ESPAÑOLA SE OFRECE
"Me decía, te quiero mucho Rubi, pero era mentira, era un zorro y me utilizó como quiso, claro, como era veinte años mayor que yo y me conoció siendo yo una niña inocente recién llegada de Bélgica..., cuando se cansó de mí me abandonó como a un perro con mi niña pequeña, dejó de correr detrás de mi culo para correr detrás del de otra más joven, aunque yo todavía soy joven, es evidente, ¿no?, tengo treinta y tres años, tú me dirás, aunque por la cara parece que tengo veinte, siempre he tenido esta cara de niña, y más si me dejo el flequillo, así, mire, me parezco un poco a Doroty, ¿verdá?, la protagonista del Mago de Oz, aunque siempre he estado un poco gorda, que todo hay que decirlo, sobre todo de tetas y culo, me da un poco de vergüenza decirlo, pero soy muy guapa de cara, un poco cara de monja, con perdón, como me decía mi madre que en paz descanse, pero qué le vamos a hacer, sin embargo ya ve usted a lo que me ha empujado la vida....fffchchch, fchhhh....perdone que me desahogue pero es que soy muy llorona, yo vivía como una reina, buena casa, buena ropa, buenos coches, viajes, dinero, pero cuando quebró la empresa de mi marido a él le dio por beber e irse de putas todas las noches, hasta que conoció a una colombiana más joven que yo y me dejó por ella, yo no sé qué le dio la chumaca aquella, pero yo enseguida noté que ya no me quería, qué ojos más hinchados tienes, me decía por las mañanas, pero qué vieja estás, y ya ves tú, él sí que está viejo, que tiene cuatro pelos en la cabeza que parece un sisón o una calavera desenterrada, roncando como un mureco en el sofá y con la cara roja y agujereada como si se la hubieran comido las polillas, por no hablar de esa joroba que tiene, que parece que lo han colgao de una percha, cuando se pone la bata para tirar la basura con esos andares que parece un camello que se ha escapado del zoo, lo que pasa es que yo nunca se lo dije para no herirle, porque lo quise de verdad, a lo mejor en la cama no era como él quería que fuera, como las colombianas esas que mueven el culo cuando andan, pero no todo consiste en la cama, digo yo que también hay otras cosas, ¿no?, yo soy limpia y decente, por ejemplo, pasé más de un año sin saber nada de él, y un día me enteré de que regentaba un restaurante en Brunete que se llama el Conejo Montés, así que me fui para allá con mi niña y allí me lo encontré que parecía El Padrino, sentado en una mesa con un puro así de grande en la boca, hombre, Eloy, le dije, qué casualidad, él se puso más blanco que estas sábanas, pero no dijo nada, ni siquiera invitó a su hija al helao que se comió, me fui llorando de allí, se lo dije a mi abogada pero me dijo que como no se podía demostrar que el restaurante era suyo no había nada que hacer, así que, antes de que el banco me embargara la casa para encima todavía seguir debiéndoles la hipoteca a los usureros esos y acabar en un pau entre gitanos y chobolistas, me puse a buscar trabajo, venga a pegar carteles por las tiendas, las farolas y las paradas de los autobuses, señora española se ofrece, treinta y dos años, limpia y de confianza, para limpiar casas o portales, tareas del hogar, cuidar y acompañar a personas mayores, trato esmerado, educada, responsable y con experiencia, me llamo Aga, pero nada, cuando decía que cobraba diez eros la hora les parecía caro, digo ¿caro diez eros? ¿qué soy yo, un animal, una esclava? me parece indigno trabajar por menos de diez eros, así que me dijo una amiga mientras tomábamos café, mira, Aga, uhhhh, no te enfades por lo que te voy a decir, pero muchas mujeres que yo conozco, casadas y separadas también, y hasta alguna viuda en apuros, cogen el autobús todas las mañanas y se van a la Gran Vía a ganarse el pan como dios manda, se ponen a mirar los escaparates hasta que llega un señor muy educado y así como quien no quiere la cosa les propone sexo y se van a un hotel cercano, yo le dije antes de prostituirme me tiro desde un puente, pero si te tiras desde un puente, Aga, ¿qué va a ser de tu Sarita?, que no, que no, y mil veces que no, yo no me abro de piernas ante un extraño, dice es un trabajo como otro cualquiera, ya verás, mujer, al principio cuesta un poco poner el chichi, yo no digo que no, así lo dijo ella, pero después te lo lavas y lo estrenas, en cuanto te acostumbras desconectas y en lo único que piensas es en lo bien que te va a venir el dinerito que te has ganado honradamente, bueno, honradamente es un decir, pero te lo has ganado con tu esfuerzo, además, si el caballero no te gusta haces como que te ofendes con su proposición y sigues mirando tiendas hasta que aparezca otro tío que te guste más, tú todavía estás de muy buen ver, se acercarán a ti como moscas a la miel, si lo piensas un poco todos los hombres son igual de animales y de niños, distintos olores, distintos sudores, pero en el fondo la misma soledad y la misma desesperación, dije que no, Odisa, no insistas, antes me tiro desde un puente, si no fuera por mi niña ya me habría tirado, y ya ves tú, aquí estoy ahora, ffchhhc, fffchhh.... pero por lo menos no paso por la indignidad de que me exploten por cinco eros la hora, ¿eh?, si, ya, ya me desnudo, perdóneme que me desahogue, es que soy muy llorona,...¿apago la luz o la dejo encendida?, pero no me mire usted así, señor, que me da mucha vergüenza...."
LA MATERIA OSCURA
¡SI te vas ya no vuelvas nunca!
Le grité con el pecho hinchado de orgullo herido.
Pero no sé porqué a los diez minutos de haberse marchado
empecé a sentir frío.
Era el silencio a mi alrededor
un témpano ardiendo en mi mente
con filo de cuchillo.
La vida se había ido con ella,
con su belleza absoluta.
A medida que oscurecía,
comenzaron a salir de los rincones
rumores y susurros de suicidio.
La cordura se derrumbaba como un castillo de arena,
y temblaban hasta romperse
las tensas cuerdas del grito.
¿A DÓNDe vas, puta por rastrojo, puta escombrera,
solaz del jubilado, flor de las cunetas,
con tus nalgas doradas brillando bajo el sol?
Buscas como Confucio la sombra de una higuera,
mientras aúllan al chatarrero los perros de las fábricas
y el viento empuja contra las vallas
amputados papeles que no hablaban de amor.
Puta con azogue, devenir sin sentido, malograda belleza,
besadora de sapos, cruz al borde de la carretera,
tierna flor libada sobre el fango,
reina de las rotondas, soledades sin tregua.
En los árboles los pájaros se desperezan
y se arrastran con tristeza de domingo
las herrumbrosas manecillas del reloj.
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